En este bloque hemos visto las
características que debe tener una biblioteca de aula para Educación Infantil
teniendo en cuenta su situación física en el aula, su decoración, organización,
gestión y animación.
La biblioteca de aula debe ubicarse en un
lugar tranquilo, que cuente con una buena iluminación y que no sea un lugar de
paso, en el cual los niños puedan relajarse y disfrutar de los libros.
Además, una buena decoración es fundamental
para llamar la atención de los niños. Con ella, se verán atraídos y se
acercarán a ella, del mismo modo que los libros deben estar colocados de tal
forma que los niños puedan ver su portada, que es en lo que se fijan a la hora
de escoger un libro.
En cuanto al contenido de la biblioteca, debe
haber al menos dos libros por niño, incluyéndose literarios, paraliterarios,
revistas, creaciones tanto de los niños como de la profesora… De este modo, los
niños tienen distintos recursos para poder elegir en el tiempo en el que estén
en la biblioteca.
La biblioteca de aula se va enriqueciendo
cada vez más a lo largo del curso, ya que se irán añadiendo libros, como creaciones
hechas por los niños y la profesora, y sustituyendo otros, como las revistas,
las cuales se pueden utilizar, una vez que estén desgastadas, para realizar
manualidades.
Por otra parte, en el caso de que los niños
se lleven libros a casa, se les debe comunicar, tanto a ellos como a los
padres, de qué tipo de libros pueden llevar, y será necesario realizar un
registro de ellos, para asegurarse de que cada niño devuelve el libro prestado.
Esto se puede hacer de diversas formas, como, por ejemplo, con carnets o fichas
en los que se pone que libro se ha llevado cada uno.
En la hora del cuento, como ya comenté en el
bloque 3, es necesario que el maestro alterne las tres estrategias (lectura,
narración y cuentacuentos), ya que cada una de ellas aporta algo distinto.
Para acercar la literatura a los niños,
también es adecuado realizar libros con y para los niños, ya que a través de
ello los niños contarán con una mayor motivación, al ser libros realizados por
ellos mismos o por alguien cercano como es su maestra.
Antes de empezar este bloque, yo tenía la
idea de que las bibliotecas de aula simplemente contaban con libros literarios
o paraliterarios, ya que nunca había visto que se utilizasen en ellas otro tipo
de recursos como las revistas.
Durante el tiempo que estuve de prácticas
solo vi utilizar a la profesora algunos libros para leérselos a los niños, los
cuales guardaba en un armario. El aula no contaba con ningún espacio de
biblioteca, lo cual considero que es una pena, ya que la presencia de una
biblioteca en el aula puede favorecer la motivación lectora en los niños.
Mi profesora empleaba un sistema para enseñar
a los niños, tanto a leer como a escribir, de poner en la pizarra algunas
frases, las cuales los niños leían primero en voz alta para luego escribirlas
en un papel. Sin embargo, yo pienso que, simplemente poniendo un rincón de
biblioteca en el aula es suficiente para motivar a los niños, ya que, en la
etapa de infantil, los niños no tienen por qué aprender a leer ni a escribir,
sino que solamente se les deben sentar las bases para que lo puedan ir
aprendiendo en los primeros cursos de primaria.
De pequeña, tampoco recuerdo que yo haya
tenido ningún rincón de biblioteca en el aula. Solamente recuerdo, que, cuando
era la semana del libro, en infantil, nos dejaban llevar algún libro a clase. En
primaria, lo que hacían era como una especie de mercadillo de libros, en el
cual podías comprar los que te gustasen.
También recuerdo que, en primaria, una vez a
la semana, íbamos una hora a la biblioteca del colegio para leer, pudiendo
escoger cualquier libro de las estanterías que teníamos indicadas para nuestro
curso escolar, ya que estaban colocados por edades.
Una actividad de motivación lectora que
realizaban en mi colegio, era que nos daban un álbum de cromos vacío y, por
cada libro que leíamos nos iban dando un cromo para completarlo. Para ello,
teníamos que realizar un resumen de cada libro, para demostrar que nos lo
habíamos leído.
Por último, pienso que la presencia de una biblioteca en el aula es
fundamental, ya que, con ella, se les puede aportar bastantes cosas a los
niños, como, por ejemplo, acercarles a la literatura y motivarles en la
lectura.
Perfecto.
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