Es
un libro que, a simple vista, parece dirigido a niños del primer ciclo de
infantil, en torno a los dos años.
No
es un libro demasiado atractivo que llame la atención al verlo, ya que, en la
portada, aparece más grande el título que las imágenes, cuando los niños de
esta edad aún no saben leer. Además, los colores con los que está impresa, no
son colores llamativos, pues son colores apagados que no resaltan a la vista de
los niños.
En
cambio, sí que es un libro bastante
manejable en cuanto al tamaño y al grosor de las páginas, pues los niños pueden
manejarlo con bastante facilidad de acuerdo al tamaño de su cuerpo, y el grosor
de las páginas hace que los niños puedan pasar ellos las páginas, debido a que
todavía no han adquirido la motricidad fina.
Además,
es bastante resistente y seguro, debido a la dureza de su tapa y a las puntas
redondeadas, que evitan que los niños se hagan daño con ellas. El material con
el que está hecho es un material suave, que evita que se estropee debido a las
manchas.
Las
ilustraciones que aparecen son artísticas, es decir, no son estereotipadas.
Además, reflejan bastante bien el texto, pues el contenido e idea del texto se
puede entender bastante bien con las ilustraciones, por lo que también
secuencian la historia.
La
letra empleada, de tipo arial, es de un tamaño adecuado para el ciclo para el
que está dirigido, ya que los niños se fijan en las imágenes. La letra sirve
más para que el profesor o maestro se lo lea mientras el niño va siguiendo la
historia con las imágenes.
Por
otra parte, el interlineado es bastante adecuado para que los niños vean cada
letra por separado, aunque a esta edad no la entiendan.
El
tema fundamental sobre el que trata son los libros. También hace referencia a
la relación niño-adulto, ya que muestra a un niño (representado por un burrito)
curioso que pregunta al adulto (representado por un mono). Pienso que, a esta edad,
los niños solo son capaces de percibir el tema de los libros, pues el tema de
la relación adulto-niño es muy pronto para que lo puedan entender.
Es
un libro que puede resultar interesante para los niños, pues están conociendo
los libros, y es algo que pueden ver también en su día a día.
Tiene
una estructura lineal con nudo acumulativo, ya que, a lo largo de todo el libro
se incluye la misma forma: mismo tipo de pregunta con el mismo tipo de
respuesta.
Los
personajes asumen un rol cercano y reconocible por los niños, ya que, los niños
se pueden identificar con el personaje de burrito, representando a un niño
curioso, pues los niños suelen ser bastante curiosos y preguntan constantemente
por todo. Y, aunque cuando realmente se nota esa curiosidad en los
niños es a los tres años, cuando tienen un vocabulario más desarrollado, a esta
edad también sienten curiosidad por lo que ven a su alrededor.
También pueden identificar el personaje del mono con la
figura de su vínculo afectivo, con el adulto, o también con su hermano mayor,
ya que estos responden a las dudas del niño.
Por lo tanto el lector, que es el niño, se identifica a él
mismo y a su representante afectivo con el libro, debido al papel con el que
actúan cada uno de los personajes en el libro.
Emplea un vocabulario bastante adecuado y puede ser entendido
perfectamente por el niño. La estructura de las frases también es bastante
adecuada, ya que emplea frases cortas y sencillas que los niños entienden
perfectamente. Además, es un vocabulario ajustado a la edad del niño.
El protagonista es un niño curioso, con ganas de preguntar
por las cosas para conocer acerca de ellas, pues son algo nuevo para él.
Como conclusión, queda decir, que, una vez leído el libro y
analizado con detalle, se ajusta a la edad hipotética que anteriormente había
comentado, es decir, al primer ciclo de infantil, ya que puede ser entendido perfectamente por los
niños de esta edad, además de las características positivas anteriormente
citadas.
Por lo tanto, es un libro que si yo utilizaría para el primer
ciclo de infantil, ya que, como ya he dicho anteriormente es un libro con unas
características que se adecuan a la edad de los niños a los que va dirigido el
libro en prácticamente todos sus aspectos.
Por último, una vez leído el libro, les preguntaría a los niños si les ha
gustado el libro, que si les gustan los libros en general y leer, si tienen
libros en sus casas o si leen en casa. De esta forma, se puede hablar con los niños, haciendo que expresen sus opiniones o ideas.