martes, 16 de abril de 2013

Bloque 1: Libros infantiles de autor


En este bloque hemos hablado sobre lo que es literatura y lo que no es literatura (paraliteratura).

La literatura es un arte que se crea con palabras, y, para que algo sea considerado literatura debe cumplir cuatro condiciones:
  • La primera condición es que tiene que pertenecer a un género literario, es decir, prosa (o narrativa, dirigida a contar algo, pudiendo ser en forma de novela (largo) o de cuento (corto)), verso (poesía, destinada a expresar sentimientos, ya sea en forma de lírica o épica) o drama (o teatro, que es la representación de la realidad).
  • La intencionalidad principal debe ser artística.
  • Debe ser ficción, por lo que no puede ser algo que esté basado en hechos reales o algo real.
  • Por último, debe tener función estética o poética, es decir, debe estar escrito de forma bella, centrándose también en la forma en la que está escrito el mensaje y no solo en el contenido.

También hemos hablado de la literatura de autor, la cual se define como literatura creada por alguien, conozcamos o no el autor. 

Anteriormente, yo tenía una idea equivocada acerca de lo que era la literatura de autor, pues pensaba que se refería a cualquier libro anónimo, del cual no se conocía el autor.

Los álbumes de imágenes surgen en los años 90 para niños pequeños, para primeros lectores, y hacen referencia a libros que están ilustrados en todas sus páginas. Estos libros, pueden resultar bastante útiles para utilizarlos en clase, ya que los niños se fijan sobre todo en las imágenes, por lo que pienso que a los niños les puede llamar la atención.

Todos aquellos textos que no cumplan las condiciones anteriores o que sean didácticos o moralizantes, destinados a impartir una enseñanza, no son considerados textos literarios. A estos textos se les da el nombre de textos paraliterarios. Dentro de los textos paraliterarios se encontrarían, por ejemplo,  las fábulas u otros textos moralizantes o didácticos, destinados a enseñar o a transmitir valores morales, de comportamiento.

Por otra parte, en este bloque, hemos aprendido a clasificar los libros que son adecuados para los niños en función de cómo están escritos (lenguaje y vocabulario), del tipo de letra, del formato del libro (aspecto externo) y si se ajustan o no a la edad a la que van dirigidos y para la que se utilizan. A través de ello, hemos aprendido que la literatura para niños hay que escribirla para los niños y no para los adultos, como hemos visto en numerosas ocasiones de libros que emplean un lenguaje que va más dirigido a adultos que a niños. Gracias a ello, en mi futuro como maestra podré saber si un libro es o no adecuado para la edad a la que va dirigido y si es más conveniente leerlo o contarlo en función de las características propias de libro.

Antes de iniciar esta asignatura, yo tenía unas ideas bastante equivocadas acerca de lo que era la literatura, pues yo pensaba que cualquier texto bien escrito ya era considerado literatura. En cambio, gracias a lo aprendido en este bloque ya sé que un texto debe cumplir unos requisitos para que sea considerado literario y que tendré en cuenta a la hora de trabajar la literatura con los niños.

En cuanto a mi experiencia previa, recuerdo que a lo largo de toda mi infancia, en el colegio, la gran mayoría de los textos con los que he trabajado han sido literarios, aunque también se incluían algunos textos paraliterarios, como fábulas o numerosos textos con moraleja. Y aunque también se incluían algunos libros de drama o poesía, casi todos los empleados eran del género narrativo.

Al igual que en casi todas las librerías, donde principalmente se pueden encontrar libros de género narrativo, destacando considerablemente en cantidad con los de verso o drama, aunque estos últimos no existen para que sean leídos por niños.

En relación con el tiempo que he estado de prácticas, he podido ver que la literatura se trabaja más para que los niños aprendan a leer que para que disfruten de la lectura, lo que pienso que debe ser el objetivo fundamental de la literatura y de la lectura. 

La profesora tenía una pequeña biblioteca con algunos libros que traía ella misma de casa, los cuales estaban bastante cuidados, aunque la manera en la que estaban colocados no era demasiado ordenada, pues no seguían ningún criterio de clasificación, sino que estaban cada uno colocado sin ningún orden específico. De vez en cuando, la profesora le daba a los niños algún libro para que lo leyera en casa, pero con el fin de mejorar la lectura, y no con el de disfrutar de la literatura y de la lectura, el cual pienso que debe ser el principal objetivo.

Por último, pienso que, como he comentado también antes, la lectura no debe usarse en el aula con un uso casi meramente práctico con el fin de que aprendan a leer, como ocurre hoy en día, sino que debe ser ofrecida a los niños con objetivo emocional, es decir, como una actividad con la que disfrutar de la literatura. Por eso, es importante que los adultos les lean los libros a los niños, para que simplemente se limiten a escuchar, a sentir y a disfrutar. Pienso que es así como el niño irá cogiendo el interés y el amor por los libros y la literatura. En conclusión, la literatura infantil debe ser trabajada con el fin de disfrutar de los libros y la literatura (objetivo emocional), y no con el fin de aprender a leer como tiende a ocurrir hoy en  día en las aulas (objetivo práctico).

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